La nueva tecnología permite aumentar la eficiencia agrícola.
La rentabilidad de un producto puede ser social, además de económica. La de los drones, por ejemplo, está más vinculada con la seguridad laboral, con la reducción de riesgos laborales, que con una simple política de costes económicos. Esa es la idea fundamental que Jaime Guillot de Merjelida, director ejecutivo de Drone Spain ha expuesto hoy en la jornada sobre el presente y el futuro del negocio de los drones en España, que ha tenido lugar este jueves en el marco del foro FORINVEST, 9 º foro-exposición internacional de productos y servicios financieros, inversiones, seguros y soluciones tecnológicas para el sector. En el encuentro profesional se ha puesto de manifiesto el interés que tiene esta tecnología por sus usos y aplicaciones en los diferentes sectores.
Guillot de Merjelina ha explicado cómo y por qué en sectores como el audiovisual, la industria, la agricultura y la seguridad ya se está integrando esta tecnología de drones. Ha dicho, que la clave en el sector industrial está más “en la disminución de los riesgos laborales que en el ahorro de costes. También en el ahorro de tiempos lo que por el sistema habitual puede costar una semana con drones en apenas minutos puede estar solucionado”. En sectores como la agricultura gracias a la cámara multiespectral que llevan los drones se puede medir el estrés hídrico, controlar las plagas y regadíos y la eficiencia en el uso de los químicos por lo que con esta tecnología se dan soluciones técnicas a los agricultores. Con los informes que se pueden sacar de las cámaras que llevan estas aeronaves no tripuladas se pueden obtener datos, hasta ahora muy complicados de conseguir, y aumentar de esta forma los rendimientos.
Guillot ha hablado de la normativa provisional actual, los retos y las oportunidades que ofrecen. Asimismo ha dado unas pequeñas pinceladas de las novedades que tendrá la nueva regulación que ya se ha redactado y que tiene prevista su aprobación en breve. Además, ha adelantado algunas de las novedades, como “poder volar en zonas urbanas, por la noche, cerca de espacio aéreo, siempre con permisos especiales y normativa específica de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Seguirá estando prohibido sobrevolar por encima de masificaciones por el peligro que ello supone, ya que la tecnología de los drones no es comparable con la de la aviación comercial”.