- Por primera vez, la previsión a seis meses de la economía española rebaja la valoración actual
- El Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana presenta la decimosexta edición de la encuesta sobre coyuntura económica
Valencia, 10 de marzo. El Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana, que integra los colegios profesionales de las tres provincias, ha presentado esta mañana los resultados de la decimosexta edición de Los economistas opinan, encuesta en la que han participado más de ochocientos profesionales. En el acto han intervenido Juan Manuel Pérez Mira y Jaime Querol, decanos de los colegios de Valencia y Castellón respectivamente.
Aunque sólo han pasado tres meses desde la anterior encuesta, los economistas han moderado el optimismo de las anteriores ediciones. Así se percibe en la valoración de la economía española, que cae ligeramente, pero lo suficiente para volver a situarse por debajo del aprobado (4,96). Se rompe, de esta forma, una tendencia ascendente que comenzó en 2013. “Entendemos que la incertidumbre política e institucional, junto al frenazo del comercio mundial, debido sobre todo a la ralentización de la economía china, han influido en las respuestas de los economistas”, ha declarado Pérez Mira.
Además, por primera vez desde que se realiza esta encuesta, la previsión a seis meses de la economía nacional (4,86) no mejora la estimación del momento, lo que refleja las dudas que genera el futuro a corto plazo de la economía. Con la Comunidad Valenciana ocurre algo similar: aunque la previsión a seis meses (4,56) mejore la valoración actual (4,46), se queda por debajo de lo estimado en la anterior encuesta para mediados de este año (4,79). La mayoría, el 50,62%, cree que la situación económica de la Comunidad Valenciana no ha variado significativamente el último año; el 29,73% percibe una mejoría, mientras que el 18,28% aprecia un deterioro económico. “Hemos pasado de ser optimistas a ser prudentes. Mientras no haya un gobierno, existe esa incertidumbre”, ha manifestado Querol. En la misma línea, el decano del COEV ha opinado que “hay incertidumbre sobre elementos clave del desarrollo económico que, hasta que no se despejen, pueden condicionar las decisiones de inversión de las empresas”.
Respecto a su situación personal, la mayoría de economistas está igual que hace un año (58,21%), el 23,01% afirma que ha mejorado, mientras que el 18,41% está peor. Se confirma que el deterioro de la situación profesional de los economistas de la Comunidad Valenciana se ha ido frenando y cada vez más profesionales gozan de una mejor situación económica.
La progresiva creación de empleo se refleja en las respuestas de los economistas: el paro sigue siendo, con diferencia, el problema que más preocupa a los economistas, pero lo es para el 73,88% de los encuestados, la cifra más baja desde que se realiza la encuesta. Se mantiene la tendencia descendente iniciada en 2015. Le siguen la evolución de la demanda y la inadecuada dimensión y estructura de las empresas valencianas.
En esta edición especial de Forinvest, se sometió a la valoración de los economistas varias alternativas de inversión en España. Recomiendan, en primer lugar, las inversiones productivas directas. En segundo lugar, apuestan por los bienes inmobiliarios, que vuelven a suscitar el interés inversor tras el desplome del sector en los últimos años. Un escalón por debajo, aparecen las inversiones en renta variable internacional, las Sicavs y fondos especializados, los mercados de materias primas y commodities y la renta variable nacional. En cualquier caso, ninguna de las ocho opciones propuestas cuenta con un respaldo unánime: todas se encuentran por debajo del 3 sobre 5 de valoración.
Preguntados sobre los objetivos principales de una hipotética banca pública en la Comunidad Valenciana, los economistas señalan que debería servir preferentemente para atender las necesidades básicas de financiación e inversión de las pymes y microempresas valencianas y para apoyar proyectos a medio y largo plazo que contribuyan a la creación de empleo.
Sobre las medidas de gestión que deberían implantarse en esa banca pública, los encuestados defienden un correcto diseño institucional del gobierno de estas entidades, en el que haya suficientes instrumentos de control sobre su gestión, una gestión profesionalizada y transparente, y el establecimiento de unos criterios rígidos de solvencia, regulando la imposibilidad de sobrepasar un nivel determinado de apalancamiento bruto.
Por último, en esta edición especial de Los economistas opinan se pregunta qué sectores habría que impulsar en la Comunidad Valenciana para incrementar la capacidad de atracción de inversión extranjera. En Alicante y Castellón abogan, en primer lugar, por el turismo, ocio y entretenimiento, mientras que los economistas de Valencia prefieren promover el desarrollo y aplicaciones de investigación. Un escalón por debajo aparecen los sectores agroalimentario, sanitario, educativo y manufacturero.